Cuando no descansamos adecuadamente es más difícil aludir los alimentos que no nos convienen, y cuanto más peso vamos ganando, más difícil lo tendremos para conciliar el sueño. Una mala noche puede ser la causante de que nos apetezca comer chocolate durante el día siguiente.
Es bastante difícil evitar los continuos picoteos cuando nos sentimos cansados y agotados, en estos casos la comida se convierte en una forma de calmarnos y hacernos sentir más descansados. Pero es una falsa sensación, pues las galletas ,chocolates etc.. no pueden reparar el sueño que hemos perdido, si que consiguen calmar nuestra ansiedad pero a costa de ganar unos kilos.
información ofrecida por Pulevasalud.com












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